Aunque el gobernador Cuitláhuac jure que no existe ninguna similitud con el ex gobernador priista Javier Duarte, la realidad de las cosas es que, al menos en la búsqueda de hacerse de recursos económicos la similitud si existe.
Durante muchos años el impuesto a la tenencia significó un gran recurso para el estado, que dejó de ser cobrado luego de que el mismo naciera como una necesidad de hacerse recursos extraordinarios la Federación para la infraestructura que se requería para la realización de los juegos olímpicos en el año de 1968. Los juegos terminaron, pero la necesidad de tener más fondos se mantuvo, por lo que el impuesto se quedó de forma obligada a los autos no mayores a diez años.
Hoy, existe el subsidio a la tenencia, pues sin derogarlo, aquel contribuyente que está al corriente se vé exento de dicha obligación, sin embargo la necesidad de incrementar la recaudación motivó al gobernador Cuitláhuac a hacer que, aquel propietario de vehículo que no estuviera al corriente de la verificación al momento de realizar el pago de la tenencia, ésta en forma automática dejaría de ser subsidiada y pagada al 100%.
Sería muy interesante hacer saber a los veracruzanos cuáles son las inversiones que el gobierno del Estado ha implementado a fin de mejorar las condiciones ambientales, las cuales han sido el motivo fundamental de la existencia de la verificación vehicular, pues sin que el gobernador lo haya dicho, existe una disminución en los ingresos por verificación en los últimos dos años, los que han motivado a esa reforma de carácter recaudatoria, muy similares a las que utilizó Javier Duarte cuando lanzó su nuevo reglamento de tránsito, mismo que fue reformado por su antecesor Miguel Ángel Yunes.
La gran verdad de las cosas, es que en materia ambiental en Veracruz, absolutamente nada se ha hecho en este sexenio.
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