por Canek Sánchez
Prometer no empobrece. Y tener ocurrencias en año electoral mucho menos. Así, el Ing. Javier Velázquez, alcalde de Poza Rica, plantea la posibilidad de la compra de vacunas para el CoVid19.
Cierto que con buenas intenciones nadie puede ser señalado de abyecto, pero en el contexto de una posible continuidad política en otro cargo resulta sospechoso un actuar así.
De cualquier forma se aterrizará la propuesta en la próxima sesión de cabildo, en la que se verá quienes son los “malvados opositores” a los buenos propósitos del munícipe, a pesar de que posiblemente refieran en la mesa el desabasto mundial de las vacunas fabricadas por BioNTech, Fosun Pharma, Pfizer (BNT162b2) o AstraZeneca (AZD1222 – ChAdOx1), de la mano de sus altos costos y el empobrecido presupuesto municipal para el último año de esta administración, sin mencionar que el gobierno federal se encuentra como barco sin rumbo en el plan de vacunación nacional.
Es posible que el camarada Velázquez tenga un as bajo la manga.
Apenas el pasado 27 de enero se hizo pública por parte del gobierno federal, la intención de comprar vacunas rusas, la llamada Sputnik V, a pesar de que aún no ha sido aprobada por la Cofepris y sus desarrolladores han enfrentado críticas de opacidad.
Recordemos que el subsecretario de Prevención y Salud, Hugo López-Gatell, anticipó que aún no hay fecha específica sobre el arribo de las primeras 200 mil dosis, pero su aprobación final ante el órgano regulador nacional puede ser cuestión de días o incluso horas.
Y es que la 4T desde palacio nacional no ha dado una declaración concreta si solo se utilizará la vacuna rusa o se espera seguir contando con las vacunas de los demás laboratorios o si en verdad, como los mencionó la senadora Lily Téllez, se optó por la Sputnik V por ser la más económica.
Ahora bien, suponiendo que en la sesión de cabildo se llegue al acuerdo de comprar dosis de vacunas para la población de Poza Rica, esto generaría un escenario con más preguntas:
• ¿Quiénes serían los primeros en recibir la vacuna?
• ¿Quiénes estarían encargados de llevar el censo y aplicación de vacunación?
• ¿Se vacunarían solo a ciudadanos que acrediten su residencia en Poza Rica?
• ¿Sería permanente el programa de vacunación?
• ¿Existen instalaciones adecuadas para albergar, resguardar y mantener en buen estado las dosis?
Nos resulta difícil asimilar como resolverían todas estas cuestiones y las que pudieran surgir cuando hemos sido testigos durante más de diez meses de incongruencias en la aplicación de las medidas preventivas sanitarias de respuesta ante la pandemia en la ciudad de Poza Rica.
Desde el punto de interés nacional y lo que se gesta en Palacio Nacional, posiblemente el alcalde de Poza Rica pretende sumarse a la lista de pedidos de dosis rusas, para así, en plena antesala de las próximas elecciones, redimirse por su actuar bolchevique ante la pandemia que azota a la sociedad pozarricense.