El despliegue masivo de fuerzas de seguridad en las calles de Poza Rica ha generado un agudo debate entre los ciudadanos, quienes expresan su descontento y preocupación ante la militarización de la ciudad y la falta de resultados concretos en la mejora de la seguridad.
Poza Rica, Ver.- La anunciada acción coordinada entre los tres niveles de gobierno para garantizar la paz y la tranquilidad en Poza Rica y su zona metropolitana ha traído consigo la presencia de más de mil elementos de seguridad en las calles.
Un espectáculo desalentador se vivió este miercóles en las principales vías de la ciudad cuando más de 50 unidades de Fuerza Civil, SEDENA, SEMAR y la Guardia Nacional, acompañadas por las Policías Estatal, Municipal, Tránsito del Estado y Policía Vial, tomaron posición en diferentes puntos estratégicos.
A pesar de que en redes sociales se han expresado supuestos agradecimientos al gobernador Cuitláhuac García por tomar medidas enérgicas, la realidad en las calles es diferente.
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Muchos ciudadanos, lejos de sentirse más seguros, han manifestado su inquietud y desconfianza hacia esta estrategia de seguridad. Un usuario en redes escribió: «La militarización no es la solución, necesitamos acciones reales y efectivas para proteger a la comunidad».
El despliegue masivo de fuerzas militares y de seguridad en la ciudad ha dejado a los habitantes cuestionando si esta es la respuesta adecuada para enfrentar los desafíos de seguridad que enfrenta Poza Rica.
En lugar de sentirse protegidos, algunos ciudadanos se sienten atemorizados por la presencia constante de uniformados en las calles y se preguntan si esta medida realmente logrará disminuir la violencia y la criminalidad en la zona.
Amigos de #PozaRica ¿ya se sienten más seguros? pic.twitter.com/UC9S3cH1fq
— Vialactea11 (@Vialactea11) August 16, 2023
Esta decisión de militarizar la ciudad surge como respuesta al preocupante hallazgo de cadáveres en casas de seguridad.
Sin embargo, en lugar de brindar tranquilidad a la población, ha generado un ambiente de incertidumbre y desasosiego. Los ciudadanos demandan respuestas claras y acciones concretas por parte de las autoridades para abordar las causas fundamentales de la violencia y la delincuencia en la región.
Es necesario destacar que la estrategia de seguridad debe ir más allá de un simple despliegue de fuerzas armadas.
La prevención del delito, la generación de oportunidades y el fortalecimiento de la infraestructura y servicios públicos son aspectos esenciales para abordar de manera integral los problemas de seguridad en una comunidad.
La militarización puede tener efectos adversos, como la posibilidad de violaciones a los derechos humanos y el aumento de la percepción de inseguridad en lugar de su disminución.
Con relación a Poza Rica, aún no se ha ejecutado un enfoque completo para afrontar el prolongado estancamiento en el ámbito laboral que ha subsistido a lo largo de varios años.
Además, la situación se ve agravada por la creciente presencia de grupos delictivos que aprovechan esta fragilidad para atraer a jóvenes con mayor frecuencia.
En este contexto, las comisiones municipales encargadas de prevenir el delito y velar por el bienestar juvenil han mostrado carencias evidentes hasta la fecha.
La situación actual en Poza Rica demanda un enfoque más amplio y comprometido por parte de las autoridades.
La comunidad espera soluciones efectivas y duraderas que realmente contribuyan a la mejora de la seguridad y la calidad de vida de sus habitantes.
La militarización no debe ser vista como la única respuesta, sino como parte de una estrategia integral que incluya la participación ciudadana, la inversión en educación y empleo, y un enfoque en la prevención del delito.
