Hace exactamente un año, el pintoresco municipio de Coatzintla se enfrentó a un revés en su patrimonio cultural cuando el icónico arco de bienvenida colapsó de manera abrupta.
El recuerdo de ese día sigue fresco en la memoria de los habitantes de la localidad, quienes observaron con asombro cómo un símbolo representativo de su identidad cultural y local se desmoronaba en cuestión de segundos.
Coatzintla, Ver.- Benito Castellanos, empleado de la ferretería Fierros y Láminas y testigo ocular del incidente, revivió aquel momento crítico en el que el arco se derrumbó y compartió sus impresiones.
El fatídico episodio ocurrió alrededor de las 10 de la mañana, cuando fragmentos de concreto comenzaron a desprenderse del arco.
En medio de esta inestabilidad, un camión de una conocida marca refresquera pasó por debajo de la estructura, y en cuestión de segundos, todo el arco se desplomó, dejando únicamente las columnas laterales en pie.
Castellanos recordó cómo él y sus compañeros presenciaron cómo la monumental estructura colapsaba, quedando solo la memoria y los escombros.
No pasó mucho tiempo para que el incidente se volviera noticia a nivel nacional, ocupando titulares en medios como El Universal, El Heraldo de México y redes sociales.
El arco de bienvenida, que poseía un valor cultural y artístico incuestionable debido a sus relieves diseñados por el artista Teodoro Cano García, se convirtió en un símbolo de negligencia y deterioro.
La historia de este arco tiene sus raíces en el año 2010, durante la administración de Yolanda Nayeli del Valle Toca.
Fue en ese entonces cuando el arco, diseñado por el artista papanteco Teodoro Cano García, vio la luz por primera vez.
La obra presentaba una leyenda de bienvenida en español y en totonaco, en honor a la cultura local, además de contar con elementos iconográficos que reflejaban la rica tradición del Totonacapan.
Sin embargo, la caída del arco marcó un antes y un después, cuestionando la preservación y protección del patrimonio cultural y artístico de la región.
Zenón Ramírez García, un respetado maestro con amplio conocimiento de la cultura Totonaca, lamentó la pérdida del arco y su significado en la identidad local.
Rememoró cómo el arco se erigía como un emblema de bienvenida en la entrada al municipio, con elementos culturales y artísticos que reflejaban la rica herencia del Totonacapan.
La historia, la danza y la cultura local se entrelazaban en cada detalle, convirtiendo el arco en un testimonio visual de la identidad de Coatzintla.
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La falta interés, reflejada en la ausencia se recursos destinados al mantenimiento del arco y posterior a su caída, autoridades omisas que no valoraron la importancia del mismo, terminaron por sepultar este emblemático monumento.
A su vez, el colapso del arco de bienvenida no solo ha privado a los habitantes de Coatzintla de un hito cultural significativo, sino que también ha dejado en entredicho el compromiso de las autoridades locales con la preservación del patrimonio.
La restauración de este arco, que representaba la esencia de la cultura Totonaca, habría sido una oportunidad para mantener viva la historia y las tradiciones de la región.
El colapso del arco de bienvenida de Coatzintla hace un año marcó una pérdida importante en el patrimonio cultural y artístico de la región.
La ausencia de una respuesta oportuna y la ausencia de una restauración adecuada han generado preguntas legítimas sobre el compromiso de las autoridades locales con la preservación de la identidad cultural de la comunidad.
