La Plaza Cívica 18 de Marzo, la plancha de concreto más grande de la ciudad, sigue envuelta en un lamentable deterioro que la ha dejado lúgubre y decadente, meses sin recibir la atención que merece.
Este espacio emblemático ha sido tomado por el comercio informal, donde el pago de “derecho de piso” al ayuntamiento es una constante, aunque las recaudaciones no se fiscalizan, convirtiéndolo en un escaparate inicial poco favorecedor para la ciudad.
A pesar de los murales que adornan su domo, la plaza luce sucia, grafiteada y en total abandono. Un espacio que en el pasado buscaba ser un punto de encuentro familiar, hoy es más bien un escenario para los negocios de las autoridades locales, dejando a un lado su verdadero propósito.
La Plaza Cívica ha sido el centro de mitines políticos, ferias mal etiquetadas como “ganaderas”, y un refugio para quienes no tienen hogar. Es lo que los pocos viajeros observan al cruzar la ciudad, un triste reflejo de la falta de mantenimiento. Incluso la famosa fuente bailarina, que en su momento trajo diversión a los niños, es solo un recuerdo de tiempos mejores.
Este abandono no solo afecta a la Plaza Cívica, sino que es un claro reflejo de la corrupción y desinterés de la actual administración, la cual ha dejado en el olvido otras avenidas y parques en Poza Rica.
