Estudiantes de la Secundaria Técnica Industral 75 de Poza Rica tienen que sortear los peligros de la calle Pozo Quemado e la colonia Anáhuac que se ha convertido en una auténtica boca de lobo pues dicha arteria se encuentra en el completo olvido por las autoridades municipales.
Solo con iluminación en el acceso al centro escolar, el plantel se rodea de alta maleza en el terreno frontal propiedad del sindicato petrolero de la Sección 30. A su vez, el trayecto hacía la calle Nezahualcóyotl por donde se puede abordar transporte público, se encuentra en completa oscuridad, es decir no hay ni una sola luminaria en un trayecto de más de 70 metros.
Ambos factores son propicios para delincuentes que pudieran acechar a estudiantes y padres de familia para tratar de despojarlos de sus pertenencias con violencia al cobijo de la noche.
En una visita realizada al turno vespertino, maestros y la propia directora del plantel se mantuvieron herméticos a proporcionar una entrevista sobre el tema para este medio, muy probable por temor a represalias de parte de las autoridades.
De igual forma, se ha tratado en más de una ocasión de entrevistar a la regidora sexta, Damiana Leticia Dimede Almora, pero se excusa en toda oportunidad de tener una agenda sumamente ocupada, dejando en claro el profundo desinterés en su comisión de alumbrado público.
Un informe de gobierno que contrasta con la realidad, pues usuarios en redes sociales no pierden oportunidad para señalar más zonas que se encuentran en penumbras.
De la misma forma se pudo saber la opinión de algunos padres de familia que acuden al portón en espera del alumnado, teniendo un consenso sobre la gravedad del tema que, en palabras de muchos, no saben a quién o dónde acudir para que se brinde al menos la presencia de una patrulla de la policía municipal en los horarios de salida, en lo que se trata de resolver el problema del alumbrado en ese sector de la ciudad.
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Algunos estudiantes mencionan que deben irse en grupo alumbrando con sus celulares, pero que tienen el temor de ser abordados por algún delincuente o elementos de la policía estatal en quienes dicen no tener confianza.
Con el cambio y extinción del horario de verano, los jóvenes ya no podrán contar luz diurna posterior a las 7 de la tarde, esto tan solo es una muestra en zona urbana, habría que pensar en planteles más alejados e incluso comunidades rurales.
De esta manera, estudiantes, padres de familia y maestros solo les queda esperar a que las autoridades hagan valer la frase que parece se ha convertido en una cábala en la administración actual, esa que profesa que «principio quieren las cosas y a ver si se las pueden dar», algo así.