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El primer asesinato de un periodista en Poza Rica ocurrió en 1960

El asesinato de Alberto J. Altamirano, marcó al periodismo local en su lucha contra el caciquismo petrolero.

por Canek Sánchez

Sucedió el 28 de Julio de 1960 en las cercanías de la redacción del periódico “El Diario” que se ubicaba en la calle Guadalupe Victoria de la colonia 27 de Septiembre.

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La noche del homicidio, su pareja sentimental, quien vivía en la misma calle, mencionó que el periodista fue a visitarla y poco después de despedirse escucho disparos y que del autor material solo alcanzo a describirlo como un sujeto de baja estatura vestido con ropa de kaki, vestimenta usual de los petroleros.

Tras el asesinato se reactivó la asociación “Comité Cívico de los Derechos del Pueblo Pozarricence”, quienes años antes habían sido brutalmente reprimidos en la llamada masacre de “Los Goyos”. Esta asociación tenía al c. Isidro Capitanachi como uno de los dirigentes y se conformaba de comerciantes, maestros, obreros, taxistas, médicos quienes pedían la destitución de las autoridades locales, pues consideraban como fraudulentas las pasadas elecciones de 1958 donde resultó electo como alcalde de la ciudad Manuel Salas Castelán y principal sospechoso de la autoría intelectual del crimen.

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Para el mes de agosto de ese mismo año, el dirigente del PRI local, Juan Herrera Trejo, fue detenido junto con otro sujeto e interrogados por la policía, debido a las diferencias del cacique con el periodista, quien en sus propias palabras, le resultaba incómodo y obstaculizaba su carrera política. Herrera confesó ser quien planeó el asesinato y que el mismo día del crimen se lo comunicó a Nicolás Trejo, su hermano.

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Sin embargo, las investigaciones en torno a Juan Herrera Trejo estuvieron plagadas de muchas inconsistencias. Había una lucha de poder en Poza Rica entre grupos políticos antagónicos, lo que hizo sospechar de la veracidad de las declaraciones, pues más que afectar la trayectoria política de Juan Herrera, el principal perjudicado de las publicaciones del periodista era el propio Jaime J. Merino.

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No fue sino hasta finales de agosto del mismo año que tras una rápida investigación de las autoridades, fueron declarados como culpables Juan Herrera Trejo y tres sujetos más como los autores del homicidio.

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Alberto J. Altamirano se destacó por ser un periodista temerario y valiente, como aquella generación de periodistas que luchó por la libertad de prensa, y quien tuvo que pagar un alto precio por arriesgarse a ejercer un periodismo fuerte y crítico, ante el despotismo y represión de Jaime J. Merino y su compinche el líder sindical petrolero Pedro Vivanco García, a quienes popularmente se señalan como los responsables de la matanza  “Los Goyos” el 6 de octubre de 1958.

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referente de consulta: El asesinato de Alberto J. Altamirano héroe anónimo con nombre y apellido (I parte)

cometarios: canek@pozarica.net

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