Participación Ciudadana en Poza Rica queda acéfala
Redacción.- Tras 6 meses de nulos resultados, agenda o un programa integral de Participación Ciudadana, Karla Yadira Sequera Carmona, terminó por presentar su renuncia tras evidenciarse su incompetencia al frente de dicha dependencia.
Fue el jueves 14 del presente mes, en medio de un marcado hermetismo al interior del recinto municipal, que presentó su renuncia con carácter de irrevocable, bajo un mar de excusas de que “no se le permitía el desenvolvimiento pleno de sus funciones”.
Sin mostrar evidencia alguna, señaló en entrevista para un medio de comunicación que, la regidora cuarta, la Lic. Marisol Hernández había confabulado en su contra a través de supuestas humillaciones, maltrato y presiones, sin embargo, es de conocimiento público la incapacidad de la ex directora para trabajar en equipo, teniendo en al menos 5 meses de la actual administración, un desfile innumerable de auxiliares a los cuales, ella sí trataba de manera déspota.
De haber existido un ambiente laboral “tóxico” como lo aseguró Karla Sequera, pudo haber hecho las observaciones o denuncias correspondientes a contraloría o directamente al alcalde Fernando Remes Garza, sin embargo, las anomalías provenían de ella hacia sus auxiliares, al punto de solicitar estos, se les reasignara en otras áreas, pues les resultaban insoportable los desplantes de la ex funcionaria.
Para sustentar lo anterior, no se tiene registro ni evidencia alguna de resultados tangibles del único programa presentado por la ex funcionaria llamado: «Tu Voz Cuenta», en casi 6 meses de iniciada esta administración, pero si el cobro de un sueldo de 30 mil pesos mensuales, según datos recabados a través del portal de transparencia.
Por todo lo anterior, queda nuevamente al descubierto la ineficacia en la selección de personal profesional que de resultados a la ciudadanía, entorpeciendo los intentos del alcalde Fernando Remes por hacer que la administración tome un rumbo y ritmo óptimo.
La participación ciudadana es un mecanismo social fundamental para el desarrollo local, además de promover una democracia participativa a través de la integración de la comunidad en los diversos quehaceres del entorno, por tal motivo, designar personas por compromisos políticos en lugar de capacidad, muestra el desorden y desconocimiento de la administración pública donde nuevamente, los únicos perdedores somos los ciudadanos.
Tal vez el título de esta nota es algo condescendiente, pues la dirección de Participación Ciudadana no queda acéfala, siempre lo estuvo.
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