por Canek Sánchez
Poza Rica.- Llegó el tan anhelado día en que el comercio local de la ciudad toma un breve respiro de la clásica cuesta de enero. Sin embargo, este año muchos sabían que nada sería igual.
Desde muy temprana hora comerciantes de calle y algunos negocios establecidos colocaban en sus escaparates diversidad de afiches con motivo del llamado Día del Amor y la Amistad.
En algunos se notaba en la mirada la esperanza de obtener ganancias como en años anteriores, a sabiendas del enemigo invisible que merodea en todas partes. Así transcurrían las horas y el flujo de personas era muy inferior a lo esperado y no precisamente por las recomendaciones del ayuntamiento para evitar aglomeraciones en el centro de Poza Rica.
El flagelo del CoVid19 viene acompañado cual jinete apocalíptico de crisis económica, desempleo y peor aún, depresión en la sociedad más joven, pues a casi un año en que se detuvieron todas las actividades escolares y recreativas, son estos los que más repercusiones están presentando en su estado anímico y social.
La falta de cines, centros comerciales, discotecas o bares, billares y hasta campos deportivos a limitado en gran medida las horas de convivencia y socialización con otros de edades similares. Aún no hay estudios ni resultados derivados del efecto psicosocial de la pandemia en los jóvenes y en los próximos años seguramente se verán las secuelas de este aislamiento parcial.
Aunque es cierto que, de manera clandestina, muchos jóvenes siguen reuniéndose, otros tantos han sido limitados por sus padres y no es para menos. El virus SARS-CoV-2 parece seguir mutando y las vacunas no se vislumbran, al menos no para Poza Rica.
Campañas a la vista.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina y aún sin tener candidatos oficiales que contiendan por la alcaldía de Poza Rica, el principal reto que se presenta es el manejo de la pandemia y la reactivación de la economía en el orden que deseen.
Son los dos temas obligados para cualquier aspirante a ‘Tlatoani’ de Poza Rica y el tercer punto, no menos importante, es la oportunidad de desarrollo para los jóvenes en la ciudad de manera segura y sustentable.
Todo joven es un potencial emprendedor, profesionista, investigador o deportista de alto rendimiento. Sin embargo, la próxima administración municipal deberá atender con hechos y no solo con buenas voluntades, el desarrollo en diversos rubros para preparar ciudadanos productivos en la sociedad, pero sobre todo evitar el continuo éxodo del talento joven que padece la ciudad desde hace mucho tiempo.
Tan sencillo como que, si la economía va de mal en peor, no habrá jóvenes que mantengan raíces en esta ciudad y sin su empuje, Poza Rica podría convertirse en un asilo de la tercera edad muy grande.
Del CoVid al amor hay un paso muy pequeño y los candidatos puede que ya comenzaran el romance desde antes de las campañas, pero no deben pasar por alto que el tercero en discordia se llama pandemia y aún estamos muy lejos de superar esta relación tóxica con ella.