Paul Watson, defensor de ballenas, en riesgo de morir en prisión japonesa
El Fundador de Sea Shepherd Paul Watson, podría enfrentar una condena tras su arresto por oponerse a la caza de cetáceos
El activista ambiental Paul Watson, fundador de Sea Shepherd y Greenpeace, se encuentra en una peligrosa situación que podría costarle la vida. Detenido en julio en Groenlandia por una orden de captura internacional emitida por Japón, Watson, de 73 años, podría ser condenado y morir en una prisión japonesa.
Así lo advirtió Bob Brown, exdirector de Sea Shepherd Australia, quien expresó su preocupación ante el riesgo que corre Watson al enfrentar un sistema judicial con una tasa de condena del 99 %.
Watson fue arrestado el 21 de julio en Nuuk, capital de Groenlandia, tras atracar su barco mientras se dirigía al Pacífico Norte en una misión para interceptar un ballenero japonés.
La orden de captura se remonta a incidentes ocurridos en 2010, cuando Watson y su equipo de Sea Shepherd se enfrentaron a embarcaciones japonesas que cazaban ballenas bajo el pretexto de «fines científicos» en el océano Antártico.
Las acciones de Japón en esas aguas fueron ampliamente criticadas, motivando una denuncia por parte de Australia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 2010. En 2014, la CIJ dictaminó que la pesca de Japón no cumplía con los criterios científicos establecidos por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), lo que obligó a Tokio a suspender temporalmente su programa en el Antártico. Sin embargo, Japón reanudó la caza de ballenas en 2019, a pesar de las críticas internacionales.
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Bob Brown, exsenador y líder del Partido Verde Australiano, destacó la gravedad del caso y señaló que Watson, quien actualmente está en prisión preventiva, podría ser transferido a Japón, donde enfrentaría un juicio con altísimas probabilidades de condena. «Tenemos al defensor de la ley en prisión y al infractor, Japón, queriendo que lo transfieran bajo su custodia», declaró Brown.
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El activismo de Watson en defensa de los cetáceos ha sido crucial en la protección de las ballenas en aguas antárticas, lo que generó presión en el gobierno australiano para tomar medidas más firmes contra la caza.
Además, Watson ha sido un constante defensor de la vida marina en todo el mundo, enfrentando varios procesos judiciales por sus acciones, incluyendo un caso en Costa Rica por intentar hundir un barco pesquero que presuntamente realizaba la práctica ilegal del aleteo de tiburones. Aunque ese caso fue sobreseído en 2019, el activista sigue enfrentando desafíos legales, ahora con un desenlace que podría ser fatal.
Watson, conocido por sus audaces campañas en el mar, permanece en el centro de un conflicto que pone en juego su vida, mientras sus seguidores exigen su liberación y condenan la inacción de las autoridades internacionales.
