Banderas y tambores; Señales de López Obrador
Por: Herenio Modestino
¿Se acuerdan de Córdoba Montoya? Pues bien, o Córdoba Montoya regresó a la oficina de la presidencia de la república o bien el presidente López Obrador tiene como colaborador al ex presidente Donald Trump y les diré el porqué.
De forma inicial el presidente López había dicho en forma enfática sobre el no uso electoral de la vacuna, sobre todo, cuando el país estará viviendo el proceso que pone en juego la mayoría legislativa, habló también sobre la necesidad presupuestaria para la adquisición de la misma, sin embargo también resulta claro que no existen los suficientes recursos para hacer frente al control de la pandemia y ¿Cuál fue la mejor decisión de todas?, exigir que la vacunación no se politizara diciendo que el gobierno federal asumiría la adquisición y control de la vacuna, algo que por cierto resulta competencia directa y exclusiva del gobierno federal de acuerdo a la constitución.
¿Cuál fue la reacción de la oposición? mostrarse contrariada a dicha decisión y exigirle también que la compra de la vacuna no fuera exclusiva de la federación, sino que también fuera posible que los gobiernos de los estados la adquirieran, petición que más adelante también hizo suya algunos ayuntamientos en el país y por supuesto la iniciativa privada, ¿y qué dijo López Obrador?, contrario a la suposición de la gran mayoría de los analistas políticos, la decisión del presidente fue si, y entonces, lo que parecía un grave problema para el gobierno de la 4T llegó como una gran solución, el presupuesto de los gobiernos de los estado de la república, principalmente opositores al presidente, habrían de realizar el gasto que no les corresponde para el pago de adquisición de la vacuna.
La débil oposición será el perfecto ayudante de la 4T para lograr lo que en definitiva solos no pueden, y entonces si, el presupuesto seguirá siendo suficiente para los proyectos insignia que no son prioritarios, pero que constituyen la principal meta del gobierno Obradorista, el tren maya, la refinería de dos Bocas y el aeropuerto internacional.
La oposición, ante la necesidad de verse capaz y sobre todo útil para detener la pandemia en los estados, hará y gastará lo necesario para lograr el objetivo de vacunar al mayor número de habitantes, y por cierto, ya lo dijo también López Obrador, que nos digan a quienes van a vacunar, para ya no gastar en ello.
Lo que la venta de los boletos para la rifa del avión no consiguió, la vacuna lo hizo posible al hacer llegar millones de pesos para la población que después de todo no constituye el principal objetivo del gobierno de la 4T, pues estados como Hidalgo, Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato y Estado de México podrán ser vacunados por sus actuales gobernadores, pero los reflectores los tiene sobre si el mismo López Obrador luego de estampar sobre la memoria de la gente la frase del poderoso secretario de relaciones exteriores, Marcelo Ebrad, quien dijera firme a AMLO “misión cumplida”.
Córdoba Montoya era el Nicolás Maquiavelo de la política de Carlos Salinas de Gortari y Donald Trump resultó ser un Nicolas Maquiavelo de los negocios y de la política. Hoy López Obrador ha obligado a la oposición a gastar sus propios recursos para cubrir una obligación de la federación, que le permitirá seguir ahorrando dinero para su tren, su refinería y su aeropuerto, y eso me lleva a una pregunta, ¿en verdad para AMLO primero es la gente?.
Por cierto, el gobierno de Veracruz no comprara la vacuna y mucho menos los alcaldes de las principales ciudades del estado, por si andaban con la duda.
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