Detrás de la Cámara
ADVERTENCIA
Morena ante su reto más grande
Por Benjamín Portilla Rodríguez
Superado el periodo vacacional Guadalupe-Reyes, nos enfocamos en analizar lo que será la etapa clave para Veracruz: el proceso electoral de 2025, donde se renovarán las 212 alcaldías.
El mayor desafío está a punto de enfrentar al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en su intento por consolidar y extender su hegemonía en el estado. Aunque los comicios se llevarán a cabo en junio y la oposición permanece debilitada desde las elecciones federales, será en las contiendas internas donde Morena definirá su victoria o derrota.
Concluido el registro de aspirantes para representar al partido en las próximas elecciones, la dirigencia estatal, encabezada por la gobernadora Rocío Nahle García, el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara y el dirigente Manuel Ramírez Zepeta, tendrá la tarea de seleccionar a los candidatos idóneos sin dejar flancos abiertos que comprometan la unidad partidista.
Como la historia universal nos recuerda, los grandes imperios caen tras alcanzar su máximo esplendor. Morena vive hoy su apogeo, pero comienza a ser objeto de codicia tanto por miembros de sus filas como por oportunistas que abandonan sus partidos moribundos al estilo de las ratas que huyen de un barco en naufragio. Abundan ejemplos de transformismo político, pero evitaremos herir las sensibilidades de la clase política de cristal.
Este análisis debe ser neutral y consciente. Si bien la Presidencia de la República fue conquistada con holgura por Claudia Sheinbaum Pardo —la primera mujer en lograrlo—, y en Veracruz se replicó el triunfo histórico con Rocío Nahle García, ambas contaron con el respaldo del «animal político» que gobernaba desde Palacio Nacional: Andrés Manuel López Obrador.
Su capacidad para conducir la narrativa electoral, incluso desafiando la legalidad sin consecuencias, protegió a sus candidatas del desgaste provocado por funcionarios federales envueltos en escándalos de corrupción y del desorden en Veracruz debido al vacío de poder.
A pesar de los golpes mediáticos de la prensa que cumplió su labor denunciando actos de corrupción, el movimiento logró resistir. Sin embargo, cuatro años más de malos gobernantes no serían tolerados por una población que ya ha sufrido bastante. Veracruz aún carga con las cicatrices del saqueo perpetrado por el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, considerado el peor en su historia.
La selección de candidatos será decisiva. Morena debe postular a figuras que impulsen el desarrollo municipal, evitando reciclar a caciques que obstaculizan el avance de la transformación. Las decisiones que se tomen ahora tendrán repercusiones en las elecciones de 2030, cuando se renovarán la Presidencia y la Gubernatura de Veracruz.
El pueblo mexicano ha demostrado a lo largo de su historia que no teme alzar la voz —y las armas si es necesario— cuando el gobierno no cumple su función.
El proceso de selección interna se dividirá en tres etapas: primero, el consenso entre los aspirantes; si no se alcanza la unidad, se recurrirá a encuestas; y, en última instancia, el comité nacional tomará la decisión final.
Por lo pronto, ¡feliz año! Que sus propósitos se hagan realidad. Nos leemos el próximo lunes.
